Se acerca la fecha de cambio de hora invierno, y es que en la noche del sábado 26 al domingo 27 de octubre hay que cambiar la hora retrasando el reloj una hora, concretamente a las 03:00 horas serán las 02:00 horas.
En este post vamos a explicar por qué se cambia la hora y cómo afecta a nuestro descanso.
Historia del cambio de hora
El origen del cambio de hora se remonta al año 1784, cuando el político, científico e inventor Benjamin Franklin, propuso un cambio de hora por medidas de ahorro energético, esto lo hizo siendo el embajador de EE.UU. en Francia.
En nuestro país, hasta el 1 de enero de 1901 se usaba el horario solar y la hora se regía por el meridiano de Madrid, antes de tener una hora universal junto con otros países internacionales.
Fue en el año 1973 cuando el cambio se hizo oficial y prácticamente definitivo, ya que Franco quiso establecer contacto con la Alemania de Hitler y empezó a utilizar el mismo horario.
Efectos en el descanso
En este apartado el gran protagonista es el ritmo circadiano, hablamos del ciclo biológico que se repite aproximadamente cada 24 horas y regula diversos procesos en nuestro cuerpo, incluyendo el sueño.
Es un como un reloj interno que está sincronizado con el ciclo de luz y oscuridad del ambiente, con el cambio de hora puede desajustarse causando efectos en nuestro descanso.
Algunos posibles efectos que produce el cambio de hora:
- Despertar antes: El cuerpo se despierta un poco antes de lo que nos gustaría ya que la exposición a la luz en más temprana.
- Rendimiento diurno: Con el cambio de los ciclos de sueño, podemos tener somnolencia diurna, fatiga, incluso cierta disminución en nuestra concentración.
- Conciliar el sueño: Es posible que nos cueste conciliar el sueño ya que «tenemos» una hora más.
- Insomnio: Si sufrimos de insomnio o algún trastorno del sueño, el cambio de hora puede provocar un empeoramiento durante los primeros días.
Consejos para sobrellevar el cambio de hora:
- Luz natural: Debemos intentar exponernos a la luz natural durante las primeras horas del día para sincronizar nuestro reloj interno.
- Siesta: Aunque durante el día estemos cansados, debemos evitar disfrutar de una siesta larga, máximo 15-20 minutos.
- Hora de sueño: En los días previos al cambio de hora invierno, es recomendable acostarse 15-20 minutos antes de lo habitual para que el cuerpo se vaya adaptando a la nueva rutina.
- Rutina antes de dormir: Tal y como hemos hablado en otros posts, cualquier tipo de pantalla electrónica no es buena compañera para irnos a dormir, su luz puede retrasar la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño.
- Alimentación: Lo ideal es disfrutar de una cena ligera que facilite la digestión y nos lleve a un descanso reparador.
Desde Naturalia & Poligón esperamos que pongas en práctica nuestros consejos para disfrutar de un buen descanso, y recuerda, la madrugada del sábado 26 al domingo 27, ¡a las 03:00 horas serán las 02:00 horas! 🙂